jueves, 10 de marzo de 2011

el vuelo de la nada

Se reencuentran quienes nunca supieron que aquello era irremediable pero de todos modos eso fue lo indistinto, el que se recurra a lo destinado a aquel esfuerzo inútil, a aquel esperpento horrible que conjugó el desastre de la única verdad posible en detrimento del barro y de toda la alquimia que se destrona o que puede ser y así lo será. Pero no nos manifestemos ni seamos reticentes a aquello que se presenta sobre el escenario de todas las rutinas, de los encuentros en la misma fase que pudiste organizar o esquilmar a puertas cerradas o del retorno que ni siquiera será o no será que ni siquiera pondrá término al fuego que arrasa todas las sombras o que ningún  vuelo pueda alcanzar, la  coronación inútil , el que alguien sea tan tenaz como para poder realzar el entorno de la imagen pública de aquello que de un modo u otro será para ensimismarse o para retornar al principio a la insignifacante medida de aquello que se retuerce, de aquello que se nombra  o se multiplica, de aquello que de una vez por todas no se intuye ni en la clemencia ni en el adorno fugaz de aquel ave enigmática que cruza todos los horizontes, o la cifra exacta de la medida y el perímetro de todas las orillas, con perdón de lo arrogante y la infame discusión de aquello que se rompió con la caída del sol.

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