Jaime B. Rosa, Mar Textil Fragmentado o la búsqueda de la espiritualidad a través de la naturaleza sensual. Jaime B. Rosa es un poeta contemporáneo español clave que asciende a lo espiritual desde la naturaleza sensual, buscando trasc ender a partir de lo real, trasmutándolo en alegorías y símbolos desde su mirada interior inquieta. Presente en numerosos foros y encuentros de poetas a nivel mundial, con una obra literaria traducida extensamente en diversos idiomas de Europa, América y Asia, en su libro de poemas Mar Textil Fragmentado, de Huerga&Fierro Editores, establece un recorrido a través del mar, entendido como metáfora, espacioo, sin tiempo, vacío y lleno, que despieza por zonas, aproximándose en cada una de ellas a un aspecto de lo físico y metafísico. Alusiones al principio de los tiempos, al principio de todo, que es la nada. Pero...en la nada el todo, el uno,como aspecto fundamental. "En el principio fue este rumor:¿Dónde nace la lluvia? ¿dónde la nieve?¿Dónde el mar muere?. En el caos, la dinámica de la vida, el ordenamiento del universo, la fuerza de lo real, que es lo que no se ve. La gran nada, que existe porque está tambiénÉl. Siempre vigilante, la fran mente cósmica, la energía infinita, que se renueva y enriquece continuamente, que hay que c uidar. "El día en que se tejió el mar fue el día más hermoso para nosotros que nadamos entre ganas de color o entre los márgenes del delirio y la línea escrita..." "En ti, oh mar, la duna se hace gesto y la luz trinidad." Es un buscador, que cree que existgen caminos que debemos andar, cada uno el suyo. Aunque el Uno, la gran verdad está ahí, en nosotros, dentro nuestro, en nuestro ser, también hay caminos para volver a nosotros mismos. A lo largo de la existencia nos dispersamos, andamos perdidos en la atmósfera de lo subliminal, en la niebla que se levanta en determinados días, porque hay condiciones atmosféricas adversas en el mar, pero, después se disipa,y volvemos a ver, de nuevo, el mar en toda su plenitud. En realidad siempre ha estado ahí, ante nosotros, como la verdad, el UNO, pero las neuronas han trabajado hacia otros derroteros, hacia otros destinols "...Y la transparencia no está ni en el aire, ni en el agua, ni tampoco en el cristal sino en nosotros mismos, que nos elevamos por el sendero de tu cuerpo y a paso lento venimos por esta luz que en ti es próxima y nos abrasa, porque estar en ti es habitar el instante dodde mudamente se conjuga la eternidad..." Defiende la duda como punto inicial para acometer los retos que el caminante se marca en la vida, porque sin duda no hay camino, aunque sea hacia el interior de uno. El mar es como la gran verdad, es la verdad, alegoría de infinite profundidad, para un ser, lumínico como él, laberíntico, pero, a la vez, sencillo, tan sencillo que es capaz de viajar a las velocidades supersónicas del gran conocimiento, pero, a la vez, interesarse por los intersticios de la propia vida, considerada como elemento fundamental imprescindible de su caminar hacia las dimensiones de purificación. "Avanza ¡Oh mar! Y no te detengas, hacia el altar del junco donde se tambalea la creencia, en ti la ley se derrumba y en tu crispación dominas la duda sobre la que yace nuestro ser, esa duda que existe y no te alcanza." Una duda que sabe que existe con solo cerrar los ojos, olvidarse de los conceptos que le dan sentido a su existencia, de las ideas por las que ama y trabaja. Luego, a continuación, volvería a abrir los ojos, retomaría sus bases y estructuras, sus ideas de vivencia, y se daría cuenta de que son las verdaderas. Por otra partye existe un atisbo de emergente sensualidad, de reivindicación vitalista, de ser coherente, con la vida exultante, porque la biología es un estado contenido en el cuerpo físico, en la parte material y la materia es energía. "En ti mar, la pasión se conjuga, el busto se funde y la flor emerge." Deseo, con anhelo, el elegante ser femenino se vislumbra en la retina del poeta. "Nos alabeas, deseo, y es nuestro cuerpo un columpio que en las ramas se mece, mientras cabalga la mujer sobre la alfombra del sentimiento y dulcemente nos ofrece sus alas de nieve." Pero toda concepción existencialista y vitalista, pronto se vuelve, de nuevo, sensible a las caricias de lo trascendente. "Amarga es la tos y opaco el vértice oculto de la culpa y nosotros devorados por nuestra sed de ser, abrimos los olivos a las diosas que germinan, porque vivir es asumir los ángulos del Uno que es aurora y los astros se sumergen en su interminable carrera." El Mar Textil Fragmentado es como la obra de Joan Miró, elaborado, entretejido, pero, a la vez suelto, fugaz, evanescente, sutil, sugerente, en el sentido de proponer, pero, también, jovial porque es innovador, nuevo, dado que el mar es como la energía que siempre está en movimiento. Confecciona un mundo poético natural, basado en la naturaleza, en el que gaviotas, nubes, lluvia, rocas, arena, agua, playa, olas, sol, luna, estrellas, cometas, animales y seres humanosw, la mujer, la auténtica diosa, se entrecruzan, en espacios en blanco, en silencios de día y de noche, cuando las ráfagas de la fugacidad planean sobre la superficie del agua, presentando todos los aspectos del arco de la existencia y de las intenciones de ir más allá de los portales del tiempo. Vive el hoy, se concentra en el presente más actual, para trascender. Aunque siempre se plantea diversos interrogantes, a veces, viajando con caretas, enhibiendo doble personalidad, ironizando respecto a la vida y el amor, o bien adentrándose en la problemática de lo dual. "Sabe el ser a sal y a fuego en las cadenas del sol, lejos de la inexorable ley del peso, el espesor y la duda. Ninguna estrella llena vacío alguno, pues la luz es siempre duda, aunque por el mar navegue el dios hecho erizo. Y el mar, con sus irreversibles olas se desliza a dúo hacia sí mismo, mojadas sus notas por la rima o el aliento bárbaro de un dios reptil nacido de la máscara." Pero, incluso en la ausencia de luz, hay un canto al fomento de la misma, unos ayes que exclaman al vacío de la noche atormentada, deseando que no se agudice más la ausencia luminosa. "La luz nos falta, se agudiza tu ausencia ¿Y quién nos prestará el cristal con que vernos a nosotros mismos?... Menos mal que están los guías, que a falta de voluntad propia se muestran para darnos energía positiva. "Peregrina, peregrina que al abrir camino nos eres guía desde el primer umbral hasta la última puerta, y tú, bajo los arcos que nos soportan, nos traes promesas pues hay en ti llama dulce y par ¿y en qué espejo se reflejará para siempre el horizonte que nos espera?. Mar, mujer-mar, eternidad y besos que entrelazan instantes eternos. Reivindica el amor, la belleza y la armonía para alcanzar la inmortalidad. El mar como metáfora, grande, omnipresente, mujer-mar, mar embravecido, el mar como espiral de energía, el mar como soledad, reflejo de astros y estrellas, espejo que va más allá de la anécdota, que encierra la literatura que abarca mundos insondables, que encierra secretos inconfesables. El mar como libro abierto, enciclopedia de la naturaleza, del amor, de dos, de dos seres que se quieren a través de las olas, que viajan con el tiempo, en la espuma montados haciendo surf con las palabras, que se embelesan con los arcos de las estrellas y juegaqn con la plenitud del plato que es la luna. Mientras el astro rey los ontempla en sus juegos mortales. A partir de ahí, existe el puente de plata que los desplaza hacia otras identidades avanzadas. "El mar extiende sus escamas y al cubrirlo todo de mar alcanza el perímetro del mundo y de tus brazos, morena de delirios y dulces noches con tacto de terciopelo y fulgor de trigo fácil, pura y brillante en los arcos de la más espléndida arquitectura.". Jaime B. Rosa es un poeta que se impregna de mar, porque ama las olas de la vida, que le trasladan a la inmensidad de los prolegómenos de la poesía, navegando por los canales de luz que conducen a la playa de arena fina del paraíso inventado. (Joan Lluís Montané, Crítico de arte, poeta, periodista, escritor, comisario de exposiciones, miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte.) |